domingo, 4 de marzo de 2012

Diarios de la calle


Vi está película hace poco en clase y me pareció muy apropiado comentarla, pero está vez lo haré de una forma diferente porque no quiero revelar ninguna trama, simplemente dar paso a lo que para mi significa una profesora que le gusta su profesión, así que lo he hecho de una forma peculiar a lo que solemos escribir por aquí, escribiéndole una carta a la profesora, porque en la película se muestra como los alumnos le escriben una carta a la autora de “Diario de Anna Frank”.

Apenas si finalizados sus estudios, la joven Erin Gruwell con sus recientes 23 años cumplidos, se dispone a comerse el mundo el día que se estrena como profesora en el high school Wilson. El idealismo de la joven no tarda en tocar fondo cuando se encuentra de frente con lo que será su clase: un grupo multiétnico de adolescentes que lo único que esperan de la vida es el poder sobrevivir cada día. Grupo heterogéneo de los más dispares orígenes: afroamericanos, latinos, asiáticos, delincuentes juveniles, pandilleros y estudiantes de barrios pobres. Lo único que éstos tienen en común es el inmenso odio que se profesan y la misma idea sobre el sistema educativo, que no es otra que éste se limita a retenerlos en cualquier lugar y de cualquier modo hasta que cumplan la edad necesaria para hacerlos desaparecer de su entorno. A pesar de todo esto Erin se obstina día tras día en ganarse la confianza de los estudiantes sin obtener ningún resultado ya que éstos se niegan rotundamente a formar parte de cualquier tipo de participación en clase.

La cruel realidad de los suburbios no se hará esperar. Pronto suceden diversos acontecimientos que dejan patente dicha realidad. Una pandillera latina de su clase presencia un tiroteo originado por cuestiones raciales; otro día la profesora intercepta una desagradable caricatura racista… y así constantemente. Erin aprovecha esos incidentes y los convierte en dinámicos elementos de aprendizaje. Así se produce una transformación en el aula: los alumnos empiezan a escuchar y Erin se libera de sus idealistas prejuicios y acepta oír las historias que le cuentan los chicos sobre las malas calles en las que deben sobrevivir a una guerra no declarada. Erin empieza a conectar con los miembros de su clase.

Estimada Señora Erin Gruwell

Hace poco vi la película “diarios de la calle” donde explicaba tu historia y la relación que tenias con los niños de la clase que te tocó. Me impresionó mucho como empezaste de cero después de encontrarte con un ambiente muy hostil, pero que nunca te diste por vencida, sino todo lo contrario, quisiste enseñar a tus alumnos el valor que tiene leer y la buena literatura y ellos supieron valorarlo.

Me gustaría hacerte muchas preguntas, saber tu motivo para querer ayudarlos a pesar de todas las dificultades que te ponía la institución, el consejo directivo o tus familiares y como supiste qué era la mejor metodología para que los alumnos aprendieran.

Creo que ellos antes no confiaban en nadie, ni tanto sólo en sus familias, porque sus vidas habían empezado de la manera más difícil que puede empezar para un niño, pero con tu ayuda, han visto que hay un adulto que se preocupa por ellos, por su educación y bienestar.

También es interesante ver que no tienes ninguna relación con las familias de los adolescentes o simplemente que en la película no se puede ver o apreciar, pero si que te fuerces para tener un contacto con todos, sin hacer ninguna distinción.

Espero que tu metodología de aprendizaje que es completamente diferente a la que se utiliza en la escuela siga yendo todo lo bien que ha ido con estos adolescentes. Si todos los maestros se esfuerzan como lo has hecho tú a lo largo de estos cuatro años, un cambio en la enseñanza, que sea de buena calidad, es posible.

Atentamente ***

Así que le voy a poner un 8 porque me ha gustado mucho toda la trama de principio a fin.

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