domingo, 18 de marzo de 2012

Seven



Otra semana más, otro Thriller. Dirigido por el, a la par querido y odiado, David Fincher, este film nos cuenta la historia de dos detectives que se ven forzados a trabajar juntos. Uno de ellos (Morgan Freeman) está próximo a la jubilación, mientras que el otro (Brad Pitt) acaba de llegar a la ciudad con su mujer, y está ansioso por empezar a trabajar. El destino querrá que una serie de asesinatos, basados en los 7 pecados capitales (avaricia, lujuria, envidia, orgullo, gula, pereza y ira) les una para tratar de resolver el caso y dar con el psicópata de turno.

Lo cierto es que como Thriller es impecable. Si de algo peca la película, es de lenta, por lo demás, te tiene totalmente enganchado y horrorizado a la par. Y es que los asesinatos cometidos por el psicópata de Seven, parecen salidos de la peor de las pesadillas de un enfermo mental. Sinceramente, trás ver esta película, no podrás dejar de pensar en si realmente vale la pena que el ser humano como tal ,viva en este planeta.

Los personajes son bastante normales. Morgan es un policía veterano, de la vieja escuela, que ha perdido la fe en la humanidad y tan solo quiere resolver su último caso para jubilarse. Brad es todo lo contrario, es pura adrenalina, muy emotivo y aún conserva esa esperanza típica de los favorecidos en la vida. Atentos, que voy con los SPOILERS: el final es totalmente pavoroso, a la par que genial. Ambos asesinatos finales, tanto la envidía como la ira, frutos de una mente privilegiadamente enferma, son perpetrados en pos de un fin. Un fin que no acabamos de entender pero que para el asesino encaja perfectamente con sus objetivos vitales. Sinceramente, después de ver la película, se me quedó un mal cuerpo horrible, y eso que el final pretende ser "bueno", ya que, tras ver a su compañero destrozado, Morgan decide seguir trabajando para proteger a las pobres gentes que no merecen sufrir.

Una vez más, una película de 8. No le doy más porque, pese a que la premisa es original y está bien llevada, creo que el director se apoya demasiado en el matiz psicológico, creando un atmósfera opresiva y manipulando en cierto modo al espectador. Y creo que no era necesario "desmaquillar" tanto la realidad, ya que al final, los personajes principales quedan en segundo plano, y el asesino, acaba siendo un monstruo demasiado grande para todo el film. Pero es mi opinión simplemente.

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